En los tiempos modernos, y con tantos concursos de todo tipo que se realizan, aún hay gente que no sabe que España participa en un campeonato mundial de cocina, y presentación, de estilo mega-clásico en Francia: el Bocuse d’Or. Ojo que también hay una selección española de cocina que anda dejando huella

Creado por Paul Bocuse (1926-2018) en 1987, venían cuajando la idea desde el 83 y querían organizar algo así como unas ‘Olimpiadas gastronómicas’. Se celebra cada dos años en Lyon, junto al SIRHA, una de las mayores convenciones gastronómicas del mundo.

El objetivo es claro: con un determinado tiempo, los participantes clasificados deben presentar dos ‘platos’, carne y pescado, con sus respectivas guarniciones. Normalmente se sirven en bandejas grandes, o espejos, diseñados a la manera clásica de los buffets clásicos. Es un trabajo artesanal, preciso, estresante y al milímetro para que todo sea lo más perfecto, que esté bueno, que se haya utilizado técnica y sorprender a los 24 miembros del jurado internacional.

España no ha tenido, por desgracia, un gran momento nunca en esta competición. Bien sea en 2024, o cuando Mario Sandoval sirvió una bandeja inspirada en Salvador Dalí en 2005… pero queda constancia del proceso, y la ansiedad que me da personalmente volver a verlo, cuando en 2007 hicieron un documental junto a Jesús Almagro para el Bocuse. El título indica los ingredientes que desde la organización proponen para cocinar en el campeonato: El pez (una especia de halibut), el pollo de Bresse y el cangrejo real.

Ver a Jesús y Félix perdiendo los estribos tal decenas de pruebas, salsas que se cortan, resultados que no apasionan al primer jurado de cocineros españoles… además de conocer a más participantes con su filosofía por el Bocuse y al gran, que en paz descanse, Serge Vieira (1977-2023) llegando y cambiando todo de golpe… si eres parte de este gremio vas a sufrirlo en tu propia piel.

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