Aunque ya pudisteis leer mi post sobre british food, rescato este post de mi antiguo blog para hablaros de esta bendita tradición.
Una de las tradiciones gastronómicas de este país es el tradicional asado de los domingos. Es el equivalente a nuestra “paella” en Valencia, típica de un domingo. Un día especial para juntarse con la familia, amigos o la pareja y salir a comer un asado. Depende de cada sitio, si es restaurante, pub, etc, cambia el tipo de asado; así puedes encontrarte roast-beef (babilla, contra, picaña, etc; de ternera asada), o un chuletón por ejemplo e incluso puedes encontrar pollo o cerdo. Cordero he visto menos, supongo que por coste, aunque en algunos pubs puedes encontrar jarretes braseados.
También cambian las guarniciones, desde las típicas patatas asadas (con grasa de pato u oca), judías verdes, zanahorias, remolacha, col, guisantes, acelgas, gratén de coliflor, alguna guarnición clásica de patata (dauphinois, anna, boulangère, etc) e incluso hasta un gratén de macarroni (con trufa, como solíamos hacer en Rules).

Lo que casi nunca falta en un clásico asado, sea del tipo que sea son: una salsa “gravy”, que puede ser el jugo de asado confeccionado de la pieza, o una glasa de carne de toda la vida. Las hay también ligadas con harina, más a nivel casero que no pueden tener una olla con fondo oscuro por dos días a fuego lento (obteniendo una demi-glace).
Los Yorkshire puddings, son el sustituto a nuestro pan, y son una mezcla de harina, huevos y leche, que se hornean en moldes especiales y suben durante su cocción formando unos bollos “huecos” donde viertes la salsa y lo acompañas de guarnición. Se cree que surgieron antes del siglo XVI cuando empezó a divulgarse el uso de la harina para sus puddings, y en su origen servían de entrante (empapados en salsa, o con los jugos de la carne que se presentaba como segundo plato) y tenían el objetivo de llenar los estómagos de la gente antes incluso de que llegase la carne (para familias con poco poder adquisitivo).

Y la salsa de rábano picante, o horseradish, que se suele acompañar con carnes de todo tipo (y también con algunos pescados como el salmón) y debo decir que aunque a principios no me convencía, marida bien con carne asada. Lo puedes comprar hecho directamente, o prepararlo de manera casera rallando rábanos picantes, cociéndolos en leche y nata y mezclando después con un poco de yogur, zumo de limón y sazonando.
Si no puedes con ellos, únete a la tradición del Sunday Roast en algunos de los lugares top: Jugged Hare, Roast, Hawksmoor, The Harwood Arms o Bar 44 si estás por Gales, de mi amigo Owen.

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